pues lo que empezó siendo un chupito de licor de mora a las cinco y media acabó a las cinco cuarenta y cinco, y no les estoy hablando de quince minutos de fiesta, no señor, les estoy hablando de casi doce horas de pendoneo. Tras un licoreo y cerveceo preconcierto fueron llegando much@s amiguit@s muy maj@s (sois m@s maj@s que el copón). El concierto lo disfruté, pesé a que se murió el microfono y se desafinó la última cuerda en la última canción. Estuvo bien padre! Luego Toro Bravo, me lo pasé bien, aunque esperaba un poco más musicalmente. Y luego a hacer el golfo, desde la Arrebato al Posturas y más allá. Y luego a casa a dormir a las 5.45, a dormir una horita y poco más y a currar, que sueño pasé madre mía durante todo el día.Y hoy ya es viernes otra vez...
pero con pocas perspectivas nocturnas....
aunque nunca se sabe....
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