Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso, es un verso. No se extraña un país; se extraña el barrio en todo caso, pero también lo extrañas si te mudas a diez cuadras. El que se siente patriota, el que piensa que pertenece a un país es un tarado mental, la patria es un invento. ¿Qué tengo que ver yo con un tucumano o con un salceño?. Son tan ajenos a mi como un catalán o un portugués, una estadística, un número sin cara.
Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos y eso sí se extraña.
De la película “Martin Hache”