Vivimos días inciertos en Zaragoza, por un lado nos intentan vender una ciudad abierta al mundo, con su Expo y sus desfiles de las Fuerzas Armadas. Pero la realidad es bien distinta están acabando con los pocos espacios que crean cultura y ocio a los habitantes de Zaragoza por métodos represivos y violentos.
Si esta es la gran ciudad que se está construyendo desde luego yo no la quiero para nada.
Un vecino de Torrero absolutamente indignado con lo que está pasando esta mañana en mi barrio, nuestro barrio.